Aunque un empresario cuenta con la potestad de despedir a los trabajadores de una manera justificada, se pueden dar ocasiones en las que la razón utilizada no se ajuste del todo a la legalidad. En estos casos, se habla de despido improcedente y es una de las situaciones más habituales en el ámbito laboral español.
El despido improcedente conlleva que el trabajador que ha sido apartado de su empleo pueda pedir una compensación. Por eso es esencial que ante este tipo de situaciones cuentes con el asesoramiento de abogados de despidos, como los profesionales del despacho Marben Abogados que podrán ayudarte a calcular la indemnización por despido que te corresponda.
En este artículo abordamos el tema del despido improcedente y las dudas más habituales que surgen en torno a él.
Se considera que el despido de un trabajador es improcedente cuando el empleador no tiene una causa justificada lo suficientemente adecuada o procede al despido de forma incorrecta. Esto supone un incumplimiento de la normativa legal de nuestro país.
En el Ordenamiento español se recogen cuáles son las causas justificadas por las que una empresa puede despedir a un trabajador. En concreto, el artículo 52 el Estatuto de los Trabajadores recoge las siguientes razones:
Por otro lado, también se considera despido improcedente si este se lleva a cabo sin cumplir con los requisitos y condiciones formales que se establecen en las normas, como puede ser comunicar el despido con un preaviso o no entregar una carta con los motivos especificados, siempre que no se proceda a su corrección una vez señalados.
Si el trabajador denuncia su despido, y este se confirma que ha sido improcedente, el empleador tiene la obligación de readmitir en su puesto de trabajo al empleado despedido. Pero además, tendrá que abonar los salarios que debería haber percibido durante el intervalo de tiempo que va desde la fecha del despido hasta la de readmisión.
Sin embargo, cabe la posibilidad de que la empresa opte por no proceder a esta readmisión. En este tipo de casos, el empleado tiene derecho a recibir una indemnización por despido improcedente que equivale a 33 días de sueldo por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Si el tiempo durante el cual has sido empleado es mejor a un año, se prorrateará por los meses trabajados.
Lo primero que debes hacer si has sido despedido y crees que se trata de un despido improcedente, es ponerte en contacto con un abogado de despidos para recibir el asesoramiento adecuado. Tendrás un plazo de 20 días hábiles desde que recibiste la notificación de despido para interponer la demanda.
En primer lugar, se recomienda tratar de llegar a algún tipo de acuerdo con la empresa que ha terminado el contrato, para lo cual contar con un abogado experto en temas laborales puede ayudar a mantener un diálogo y una negociación tranquila. En ocasiones, las empresas pueden estar dispuestas a readmitir al empleado o acordar la cuantía de la indemnización por despido.
Si resulta imposible llegar a un acuerdo, será necesario acudir a un Juzgado de lo Social donde se debe interponer una demanda para impugnar el despido. El abogado de despidos será quien redacte este escrito, donde se expondrán los hechos ocurridos, las causas por las que el despido no es legal y se solicitará al juez que declare la improcedencia del mismo.
Declarado el despido como improcedente, como indicamos anteriormente, la empresa tiene dos opciones:
Puede ocurrir que la empresa, aun habiendo sido condenada, no proceda ni a la readmisión del empleado ni pague la indemnización. Ante esta situación, el trabajador tiene la opción de exigir la ejecución forzosa de la sentencia.
Como puedes comprobar, los servicios de un abogado de despidos como los de Marben Abogados son esenciales para negociar con la empresa que te despide, para defender tus derechos ante los juzgados si llegase a ser necesario y para solicitar la ejecución de la sentencia.